La VILLA DE BUNIEL está situada entre la Autovía de Burgos (A-62) a Portugal y el río Arlanzón, en el centro de la provincia de Burgos y muy próxima al Camino de Santiago, que discurre a escasos 3 kilometros en el municipo vecino de Tardajos. Su ubicación a los pies del río Arlanzón ha supuesto que los pueblos limítrofes, tradicional y cariñosamente, utilizasen el apelativo de "renacuajos" para referirse a los vecinos de BUNIEL. Un antiguo dicho popular nos cuenta que <...en Buniel los "renacuajos", un pajaro "guardacampos" y un conejo "guardayegüas"...>
En BUNIEL la dedicación preferente ha sido la agricultura, aunque el Real Camino, hoy Autovía A-62, ha sido siempre buena ocasión para el aprovechamiento de sus vecinos.
En el año 1912 fue hallada en BUNIEL una pequeña piedra piramidal con inscripciones y grabados en sus caras. La piedra, es por su naturaleza de Hontoria de la Cantera que tanta piedra ha dado a los grandes monumentos burgaleses. Los estudiosos creen que esta es una piedra funeraria de la época tardorromana y primera manifestación de la introducción del Cristianismo en la cuenca del Medio Arlanzón y fechan la pieza entre los siglos V a VI, hecho derivado de la romanización de esta comarca.
El Término BUNIEL es una derivación del nombre latino BONELLUS, con significado de Bueno, nombre propio bastante usado en la Alta Edad Media, precisamente en la época en la que nace la Villa de BUNIEL llamada BONIEL hasta tiempos recientes, así como también VILLARREAL DE BONIEL, lo que acerca de manera especial la historia de BUNIEL a la Corona.
Como la mayoría de las villas de la ribera del Arlanzón, BUNIEL nace para la historia tras la fundación el castillo y ciudad de BURGOS, suceso ocurrido en el año 884. A la caída del reino Visigodo sucede un largo período de crisis que convierte en un verdadero desierto la meseta superior de España. La reacción cristiana comenzó pronto entre el mar y los montes asturianos. Hasta el año 800 no hace Castilla, al Norte de la actual provincia de Burgos, en el lugar de Taranco de Mena. Aparecen entonces los fenómenos de la Reconquista y repoblación que concluirán en Granada en 1492. en condiciones muy duras de guerra y subsistencia, los castellanos llegaron a Burgos y desde aquel se desparramaron por las orillas del Arlanzón, por la Sierra y Campos de Muñó.
Venían grupos de gentes de todo el arco del norte, desde el País Vasco a Galicia. El Conde de Castilla les facilitaba tierras y defendía el nacimiento de pequeñas aldeas pobladas por hombres libres que se constituían en Concejo para su propia administración. En ninguno podía faltar la iglesia rural y la torre de vigilancia, porque el entonces enemigo árabe era implacable, si bien es cierto que durante los ocho siglos de presencia árabe en la península (contados desde el año 711 en que se produce la llegada de los moros a la península Ibérica hasta el 1492 año de su salida como consecuencia de la pérdida de Granada) las relaciones entre cristianos y moros fueron más de convivencia que de guerras constantes.
El nacimiento de BUNIEL, lo podemos situar hacia el año 890, por obra de un hombre llamadazo BONELLO o BONELLE, él conducía a un grupo de familias que querían ser castellanas y aquí se asentaron y dio su nombre al poblado. Estos hombres eran mitad soldados y mitad labriegos, profundamente religiosos y fueron adquiriendo la idiosincrasia de los pueblos de Castilla.
BUNIEL, quedó adscrito al alfoz de Burgos y esta Ciudad será su centro político, administrativo y económico. La primera vez que leemos el nombre de BUNIEL, es en un documento del archivo del Monasterio de Cardeña con fecha de 14 de noviembre del año 1058, cuando la villa de Buniel contaba con siglo y medio de vida. En esa fecha, DON NUÑO ALVAREZ dictamina una donación piadosa y a perpetuidad a favor de DON SISEBUTO, abad de dicho monasterio y gran amigo del Cid. El motivo de tal donativo fue garantizar la salvación de su alma y la de su difunta esposa, DOÑA TERESA. De tal forma DON NUÑO regala al Abad y Monasterio de Cardeña:
" ... la mitad de la Villa que llaman BUNIEL, en el alfoz de Burgos, con todos lo que a la mencionada Villa pertenecen: tierras, viñas, molinos, huertas, prados, pastos charcas, aguas, montes y fuentes y dehesas, árboles leñosos en todo su término, con entradas y salidas. Y esto a perpetuidad. Y también la mitad de la Iglesia de Santa maría con sus derechos. E igualmente concedo la mitad de BUNIEL EL MENOR”.
DON NUÑO debía ser un hombre poderosos en su tiempo pues firman el documento los Reyes DON Fernando y Doña Sancha, el Obispo Don Gómez, el futuro rey Don Sancho y los principales componentes del Cortejo Real.
Pero ¿Quién era DON NUÑO al que se le permite regalar la mitad de la VILLA DE BUNIEL y el otro poblamiento llamado BUNIEL EL MENOR? tal vez se tratase de uno poderoso inversor de aquella Castilla que volcaba en el campo sus ganancias, provenientes de la política, altos empleos o la especulación. Pudiera ser que DON NUÑO recibiera las propiedades de BUNIEL por vía matrimonial o por donativo regio, como premio a sus servicios a la Corona. El hecho es que BUNIEL está en el centro económico y que tras la donación el Monasterio de San Pedro Cardeña amplia sus dominios a este sector del Arlanzón.
Este importante documento, nos declara la existencia de BUNIEL EL MENOR. Parece que en el documento se concede categoría concejil a este poblamiento, situado a 300 metros al norte de BUNIEL, a la derecha de la carretera de Burgos a Valladolid. Puedo nacer como barrio cercano de la VILLA DE BUNIEL. No es este el único despoblado que nos recuerda el término de BUNIEL. Se documentan ostros dos. Los de FUENTES y de VILLAJON.
FUENTES estuvo situado al sur-sureste, a unos 2.600 metros de distancia, en pago que hoy llaman de San Vicente, junto Cifuentes y Rodefuentes. Aparece citado en el un documento de antiquísimo del Monasterio de San Pedro Cardeña fechado el 1 de enero del año 899, en éste documento se escriben los nombres de dos vecinos de FUENTES: Sisebuto Rubio y Abolgamar, el primero un godo y el segundo un mozárabe.
VILLAJON significa Villa Essoc, nombre propio, y aparece en la primera datación de la diócesis de Burgos, ordenada por el Rey Don Sancho II, el documento de encuentra en el Archivo de la Catedral de Burgos, fechado el 18 de marzo de 1068. Dicho nombre se presenta con variadas grafías y estuvo probablemente a 1.200 metros al Este-Sureste de San Mames de Burgos.
Otra terrateniente de BUNIEL y pueblos cercanos fue Doña Mayor, quien en mayo de 1221 obtiene derecho a ser sepultada en la Catedral de Burgos, mediante la entrega de varias haciendas que posee entre ellas la de BUNIEL. Para hacernos una idea de lo que era BUNIEL por aquellos años decir que en torno el año 1250 la VILLA DE BUNIEL contaba con entorno 50 vecinos.
BUNIEL también lo encontramos en el libro de las Behetrías de Castilla. De tal forma que BUNIEL era una de las Villas favorecidas en el fuero de Behetría, es decir, tenía el derecho de elegirse un Benefactor que defendiera sus intereses a cambio de algunos estipendios. Al Rey pagaban, además de servicios y monedas, la castillería, que recibía el Castillo de Burgos y montaba 350 maravedises. Al Benefactor le entregaban, según la capacidad de cada labrador, cuatro, tres o dos celemines, mitad de trigo y mitad de cebada.
La Edad Media fue una etapa de cierta prosperidad para BUNIEL, asegurada por su pertenencia al alfoz de Burgos, Cabeza de Castilla cuyos fueros y exenciones fiscales alcanzaban a la VILLA DE BUNIEL, como a las del resto de su entorno.
Con el paso del tiempo se configuraba el Camino Real de Burgos a Valladolid, esto para BUNIEL significaba conocimiento y riqueza.
Al comenzar la Edad Moderna, BUNIEL aparece incluida en la CUADRILLA DE TARDAJOS y aparece escrito su nombre como VILLAREAL DE BUNIEL. Es en este período cuando la Villa entra en el SEÑORIO DEL MARQUES de su mismo nombre, título que todavía subsiste.
La Corona erigió el MARQUESADO DE BUNIEL, cuyo titular actuará en el Concejo y en la parte de jurisdicción que el Rey concede a los títulos nobiliarios, sobre todo en el nombramiento de autoridades y en la percepción de determinaos impuestos. De tal forma que bajo el régimen señorial vivió BUNIEL hasta el primer tercio del siglo XIX.
Llegamos al reinado de Fernando VI y en este periodo se ejecuta el Catastro, por obra del Marqués de la Ensenada, así que los Comisionarios Regios se presentan en BUNIEL, que tenía carácter agrícola y ganadero, y reunieron al pueblo y a sus autoridades, les tomaron juramento y eligieron a los conocedores del pueblo y del vecindario para que les respondieran a cuarenta preguntas generales. El gobierno de Fernando VI quería saber lo que poseía cada ciudadano de BUNIEL y así poder establecer la justa razón con la que contribuir al Estado según el nivel de cada uno. Los de BUNIEL respondieron que su pueblo tenía rango de VILLA, que se llamaba VILLA REAL DE BUNIEL, y que tenía el SEÑORIO el Señor Marqués de su título y que este por su título no percibía nada, pero que en su nombre entregaban al Conde de Altamira cantidades poco significativas, y que el Marques nombraba Alcalde Mayor a un vecino y representaba la justicia y al Rey. Declaran además que al Abad de San Pedro Cardeña le pagan un yantar (comida) cada año y un pequeño tributo. Además sobre la producción agrícola se señalan los diezmos, que luego se reparten en novenos, y así tres novenas partes se dedican al Cabildo parroquial, otras tres novenas al Cabildo de la Catedral de Burgos, dos novenas al Monasterio de San Juan de Ortega y una última novena a las obras en la Iglesia Parroquial. La distribución de este diezmo lo pagaban el Concejo por costumbre inmemorial y otras los particulares.
En 1752 los vecinos eran 45, pero habitantes rondaba entorno los 250 distribuidos en apenas 62 casas. Había 37 labradores, 1 sastre, 2 pastores, 4 jornaleros, 4 pobres de solemnidad, 1 mesonero y 1 tabernero. El Cabildo Parroquial lo componían 3 sacerdotes. Había en BUNIEL dos Molinos de una rueda (que aún subsisten, si bien uno tiene su días contados con el nuevo trazado del AVE) y un horno en el que los vecinos cocían su pan. El Concejo aunque tenía contraída con la Ciudad de Burgos una deuda de 500 ducados al tres por ciento, que suponía un pago de 165 reales al año, no exigía tributos y el Concejo recababa sus ingresos del horno (669 reales al año), de la taberna (169 reales), de la pesca del río Arlanzón (41 reales) y del aprovechamiento de espinos (15 reales).
El cambio se produce en los siglos XIX y XX. La Guerra de la Independencia contra Francia costo a BUNIEL, como a tantos otros pueblos del Real Camino, muchos sacrificios y molestias. La Revolución de 1820 y las Guerras carlistas repitieron estragos. Las Cortes de Cádiz suprimieron los señoríos, con lo que BUNIEL volvió a integrarse en la Administración General del Estado. La división en Provincias y Partidos no afecto a la Villa que siguió incluida en el Partido Judicial de Burgos.
En 1842 la Villa se sigue reconociendo como VILLA REAL DE BUNIEL y cuenta con los mismos habitantes que 100 años antes pero ahora en 80 casas. La carretera Burgos-Valladolid ya aparece configurada y resulta beneficiosa pues, además de dos mesones y taberna, funciona desde 1807 una Oficina de Portazgo que explotaba la Dirección General de Camino, pero que será arrendada más adelante por 91.000 reales. Otra novedad es la Escuela de Primeras Letras pues por entonces los niños y niñas eran 64. Siguen funcionando los dos molinos. Santa María la Mayor sigue en la parroquia y se mantiene la ermita de la Vera Cruz.
En 1900 los habitantes eran 340 y en 1950 figuran en el Censo 487. Pero, aquí debemos hacer una breve reflexión sobre la buena ventura de BUNIEL ante la crisis generalizada que padecieron los pueblos del campo español en la segunda mitad del siglo XX, con el trasvase de población a la industria y a los servicios situados en las grandes capitales de provincia. Pero BUNIEL siempre ha sabido beneficiarse del Camino Real a Valladolid que tradicionalmente atravesaba el municipio por su actual Calle el Marqués y que posteriormente recibio el asfalto y que luego, convertido en Autovía A-62, transita al lado del municipio. Y así, como sucede con las poblaciones bien comunicadas, BUNIEL ha podido ir a más, gracias a su buen emplazamiento y comunicaciones, permitiéndole establecer las bases de un mayor desarrollo. Actualmente BUNIEL cuenta con consultorio médico, servicio de guardería, polideportivo, locales para reunirse, parques infantiles, zonas verdes y centro cultural. Todo esto, junto con su proximidad a la ciudad de Burgos, propicia que se convierta en el lugar de residencia elegido por más de 500 personas que conforman una población muy joven que se esfuerza por tener su pueblo cada vez más bonito y mejor dotado.